Orígen de Rosagrís

Revise todos los manuales, diccionarios enciclopédicos y atlas mundiales. No hallará ninguna bandera nacional que entre sus colores ostente ni el rosa ni el gris.

De tal forma, que decidimos confeccionar la bandera Rosagrís, que por otra parte posee el orgullo de ser al mismo tiempo la primera bandera doble faz. De una cara es rosa (el palito o “asta” a la izquierda) y de la otra es gris (el palito o “asta” a la derecha).

Esta bandera es a partir de entonces, la bandera de Rosagris: La Nación que faltaba. Y de hecho, en caracteres dorados, entre una y otra faz, reza: “The country that was needed” en el latín moderno norteamericano).

Esta Nación no posee territorio, ni gobierno ni población. Se trata de una anarquía constitutiva e irrenunciable.

Sin embargo, tiene objetores.

Me explico: Nadie, ni usted, ni su perro ni su locomotor sienten ningún tipo de orgullo por no ser naturales de Suavilandia, Brancosia, Trebuma o Karetchu. En cambio, existimos personas verdadera y fervientemente orgullosas de no ser ciudadanos de Rosagrís. Precisamente estas personas objetoras de su carácter de ciudadanas de Rosagrís, son las únicas de las cuales puede predicarse su carácter de “rosagrises”. De allí que el padre fundador de esta Nación sea el mismísimo Hegel (véase La Lógica).

Rosagrís también posee un héroe nacional: El falso general Trapisondae, quien dirigía un ejército inexistente, con el cual no libró ninguna batalla, en cada una de las cuales no resultó jamás vencedor, pero de cuyas preparaciones hay abundante material estratégico. Posee asimismo un padre espiritual, el falso hermano Lacimo, absoluto no creyente, del que se cuenta que no redactó jamás el sincretismo racionalista que se le arroga, ni indicó en momento alguno no ser quien decía ser, a pesar de lo cual existen numerosas versiones de lo uno y de lo otro.

¿Quiere usted también objetar su ciudadanía?. Sea un objetor más de Rosagrís, un país que sólo posee relaciones internacionales, incluso entre sus propios nacionales, e incluso respecto de cada nacional consigo mismo.

De allí que posea también su goleador: Alexander Barujamen, guardabarreras del equipo, quien equivocó los asaltos y su ubicación en la cancha, así como el juego al que se estaba jugando en el momento en que dejó pasar las pelotas por entre sus manos.

Entregaremos pasaportes a todo aquel que proteste su ciudadanía en el atrio.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Elogio de la contradicción.

                                                                                                                                    Raúl Alberto Ceruti


"Toda unanimidad es sospechosa", afirmaba Julio Palacio, musicólogo ilustre. En cambio, no hay humanidad sin contradicción.

El secreto de los poderosos consiste en tejer una red, erigir un muro, tender un manto sobre sus propias contradicciones, y hasta hacerlas parecer coherentes y sistemáticas, consecuentes con un plan, una dirección, un horizonte. Este proceder le permite a la élite que corresponda hacer ver las inconexidades, indeterminaciones y pugnas subyacentes a los grupos que la desafían.
          
El poder unifica, ya que se ejerce sobre otros. Singular sobre plural. Firme contra fluido. Permanente contra constante. Repetición contra diferencia. 

El poder es entrópico, ya que todo lo hace decaer sobre sí, en la ceguera de su propio torbellino.

El poder, luego, como monopolio de la contradicción, como única contradicción legítima posible, es, entonces, el caos.

Y toda la diversidad de gritos, lágrimas y risas, como puentes extendidos sobre la angustiante mismidad, organizan el paisaje.

Ya que somos otros. Nosotros los otros. Los que venimos a sernos. Desde cada rincón de nuestra absurdidad. Incompletitudes sin andamiajes. Equilibrio vertiginoso. Hallazgo sorpresivo. Pura tensión. Puro imposible en acto.

De abrazo en abrazo tiene lugar el mapa donde asentar las referencias. De abrazo en abrazo sabemos dónde  continuamos. 

El desierto está poblado de miradas. Y de una mirada a otra podemos
                                                                                                         encontrarnos.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Referentes

Referentes
                                                                                                                                 Raúl Alberto Ceruti



I
Tome usted cualquier palabra del diccionario al que haga referencia. Verá que estará obligado a tomar otra referencia para referirse a ella. Ella referirá entonces a una tercera y una cuarta y así se irán hilvanando las referencias referenciadas, apoyándose unas en las otras, haciéndose mutua y recíproca y condecorada referencia, hasta que cierre usted el diccionario de golpe, o se duerma con el dedo puesto sobre las letras de la última palabra. Entonces sobrevendrá la definición y el poder se instaurará sobre los hombres.


II
- Sepa usted que nadie vino a saludarme entonces.
- Realmente no puedo creer que haya sido así.
- Pues créalo. Ningún referente vino entonces a darme una mano.
- Espeluznante. Nadie. Nadie. ¿Pero qué fue lo que ocurrió?. Dígame
- Fue cuando me quedé solo.


III
Fíjese allá, ¿lo ve?. Ahí donde crecen esos espinos, que se enriedan en la falda de Laruschka, venga dos cuadras más para este lado. Ahí, ahí, no, más para acá. Adonde está mirando ese perro. Extiéndale el brazo al perro. Vea. Así. Después me dobla por la izquierda del sauce viejo y se me viene como quedando alrededor de la lomita, por lo menos 20 metros más. Cuéntelos despacio que si no se pierde. Ahí está. ¿Llegó? ¿Llegó?. Bueno, cuando llegue se dará inmediata cuenta porque yo le estaré hablando esto a los oídos. En ese lugar está usted ahora.


IV
Pocos minutos antes de acostarse, el rey pedía a los miembros de su gabinete que le contaran un cuento para dormir. 

          Una gran responsabilidad aquejaba a los cuentistas, ya que por la mañana siguiente el rey por lo general ansiaba convertir en realidad los relatos de la noche anterior. Como los miembros del gabinete real llevaban una vida muy cómoda en el estado de cosas vigente y regente, ninguno de ellos ansiaba cambios demasiado abruptos, así que por lo general sus relatos eran tediosos, relajantes y condescendientes.

          Así, noche tras noche el rey debía aburrirse con el cuento estático de alguno de sus patricios, acerca de salones, invitaciones, pequeños acertijos palaciegos y tranquilos enigmas de entrecopas... y cada vez se le hacía más difícil conciliar el sueño. 

          Por el sueño perdido, llamaron a un mago, que pensó tranquilizarlo indicándole que el único peligro que corría era que la burbuja 1204 de su copa de champagne dorada rompiera sobre su nariz.

          Como todo rey desea que lo consideren un héroe, y aquel era el único peligro que se cernía sobre el pueblo, ordenó eliminar la burbuja 1204 de todas las copas de champagne al amanecer.

          El verdugo recorría entonces las salas de todas las fiestas, encuentros y ágapes y con el silbido apenas perceptible de su espada de cristal, atravesaba las copas de un solo impulso. 

          Eso fue lo que provocó la revolución.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Curvas
     
                                                                                                                                Raúl Alberto Ceruti



          A da vueltas alrededor de B. ¿Puede B al mismo tiempo dar vueltas alrededor de A?.
        
         ¿Cúanto movimiento sincrónico hará falta para que todo parezca inmóvil?.

         No hay curvas sin atractores. Alguien que se acerca o alguien que se aleja de un lugar, de un punto, de una persona, no puede hacerlo en forma de curva si al mismo tiempo no tuviera una demora, un embeleso, una distracción.

         Una curva y contracurva no te regresa al mismo lugar. Como la historia, que no se repite.

         Alguien que se detiene un segundo en un camino recto, ya está generando una curva.

         La narrativa es curvilínea. Recta es la imputación, la acusación o el resentimiento.

         La caricia es curva. El golpe rectilíneo.

         Entre una curva y otra hay infinito número de rectas.

         Alguien dobla una palabra. Inventa la música.
  
         Alguien dobla un gesto. Inventa la danza.

         La lengua curva, las manos curvas, el pensamiento curvo, las voces curvas... Permiten la reflexión y la delicadeza. Permiten a la ilusión y al recuerdo.

         El agua es curva. Sólo puede beberse o habitarse.

         Si la flecha tiene un destino, ya ha dejado de ser libre.

         En Rosagrís medimos las distancias con un metro arqueado.

                                                                                       Y cada rincón es testigo de un nudo.        

sábado, 28 de julio de 2012

Excusas.

Raúl Alberto Ceruti



En Socoprura, todos aprenden los primeros rudimentos de las ciencias a muy temprana edad. A medida que van descubriendo nuevas propiedades de las cosas, agregando nuevos conocimientos a la actividad científica o tecnológica, se les permite trabajar en aquello para lo cual demuestran especial habilidad. Luego, se les conceden los derechos para llevar a cabo ese trabajo. Afirman los socopruros que ellos sí tienen derechos ya que los tienen para algo, cuyo algo ya ha demostrado ser útil.

En Nardinia, todos nacen en un barranco y se alimentan de leche de cabra hasta el cuarto mes. Luego, una vez abandonados se les hace dormir en cunitas de cardo y más tarde, correr entre los arbustos espinosos. Afirman los nardianianos que ellos sí tienen derechos ya que todos ellos saben y conocen lo que es el dolor y el sufrimiento.

En Pomenia, todos son entregados a la competencia por los pocos litros de leche disponibles. A partir del cuarto mes, se les pone una mamadera a cierta distancia para que tengan que correr hasta ella. Luego, conocen la papilla sólo cuando logran aplastar ellos solos los cereales con los nudillos. Afirman los pomenios que ellos sí tienen derechos ya que todos ellos los obtienen por sí y para sí mismos.

En Trotura, todos son expuestos a la benevolencia del Superador, quien decide a qué familia corresponde cada bebé. Al término del cuarto mes, todos son entregados a una férrea disciplina y a los dos años ya son incorporados al ejército. A los cuatro años ya han tenido su primera misión en el frente. Afirman los troturos que ellos sí tienen derechos ya que todos ellos cumplen con su deber correspondiente.

En Crapula, todos pagan por los derechos de sus hijos. Quienes tienen más dinero pueden incluso comprar el derecho a una cobertura de salud. Los que tienen menos, ofrecen a cambio sus pocos derechos para que puedan sobrevivir más o menos dignamente. Afirman los crapulos que ellos sí tienen derechos ya que todos  los adquieren libre y concurrentemente.

En Sagroria, cada vez que alguien llega a los 20 años, se decide cuántos derechos tendrá en función del uso que hubiera hecho de su vida hasta ese momento. Y repiten luego el procedimiento cada diez años, cada vez más exigente, y restringiendo el conjunto de derechos disponibles. Afirman los sagrorios que ellos sí tienen derechos ya que todos demuestran merecerlos.


Finalmente, en Rosagrís entendemos a los derechos dentro del marco de las necesidades. Así como necesitamos vivir, tenemos derechos. Los derechos no se merecen, sino que se reclaman. Lo que nos aviva el deseo de vivir.

viernes, 6 de julio de 2012

Los comics de Rosagrís: I. Las fantásticas minucias del super héroe

Las fantásticas minucias del super héroe.
                                                     Raúl Alberto Ceruti.

          Jorge Larriguemi era inspector de Calidad Total. Su función era hallar la contraprueba de la alegada perfección. Y sugerir las dos o tres o cuatro o noventa y siete modificaciones estratégicas necesarias para obtener la optimización de todos los procesos.

          Larriguemi podía seguir el rastro del último clip y de la última mina de lápiz. Cuando ya todos se habían olvidado de ese sacapuntas perdido, él continuaba indagando quién, cómo y por qué se habían deshecho de él. Cuando se había redondeado una cifra, él continuaba tratando de recuperar los dos o tres centavos perdidos. Cuando alguien se deshacía de un papel, él lo interceptaba. Cuando alguien se quedaba con la lapicera de otro, o había traído su lapicera de afuera, no tardaba en hacerlo notar debiendo obligar muchas veces al verdadero dueño a reclamarla, o al menos a aceptarla de regreso en su escritorio.

          Pues bien, ocurrió que cierta vez, Larriguemi se encontraba tras la búsqueda de un hojalillo roto, sometiendo a diversas hojas a un pormenorizado examen bajo el microscopio electrónico, cuando notó una mirada desafiante, un perfil batallador y orientado hacia el cielo, en la cumbre de una montaña, con una capa roja que flameaba en el viento como una llama controlada y potente, un brazo levantado en alto, una pierna apoyada como una raíz en la nieve, y un bloque de piedra en el pecho con las iniciales "K.I." Acercó el microscopio a lo que parecía ser la cabeza de ese ser proyectado a la vanguardia, y comenzó a escucharlo. El personaje tenía una voz débil pero vehemente, finita pero soberanamente insoportable. La voz le dijo, sin dejar de mirar hacia arriba:

          "Soy 'Kategorischer Imperativ'. El héroe sin condicionamientos de pertinencia, utilidad o mediación. Soy la justicia por sí misma, y he venido a elegirte." - y diciendo esto, levantó un poco su nariz triangular (toda su cabeza, todo su cuerpo era un enorme y agudo triángulo orientado hacia arriba) y lo pinchó en el dedo. A partir de entonces, Jorge Larriguemi se convierte cada noche, entre las 09:00 y las 18:00, en el inabordable "Kantman", el super héroe que no deja pasar un error, una falencia, una culpa, una irregularidad, un desvío, un cualquier desconocimiento de las normas, adquiriendo el super poder de encontrar la falla a todo sistema, argumento, justificación o motivo.

         Así nacen las que por no poder dimensionarse como "aventuras" se dan en llamar las "fantásticas minucias" del super héroe, de Kantman, que van desde la recuperación de las horas muertas en los talleres, debidas a la conversación entre operarios, que resolvió haciendo contratar ciudadanos de diversas raíces idiomáticas, hasta la efectiva y verdadera liquidación de horas extras con el conteo de cada uno de los segundos útiles e inútiles, pasando por la indagación de la observancia de la utilidad material de cada uno de los centavos afectados a una operación determinada, y terminando en la ejecución de todas y cada una de las reglas antes de proceder a cualquier acción, incluso la de la quiebra del organismo o empresa, inclusive antes de proceder a retirarse del lugar de trabajo, para lo cual requiere que hasta el último pedazo de papel haya sido colocado en su lugar.

          Las "fantásticas minucias de Kantman" relata en cada episodio las divertidas peripecias de este héroe en diferentes trabajos y sectores de la economía, desde el apogeo de su intervención hasta su despido inevitable.

 P.D.: Acaso por eso el mercado es tan injusto: Aplica en cuanto números de deuda y de crédito el imperativo categórico, en tanto que los expresa con números absolutos en la cadena del debe y el haber, mientras que en el resto de las ciencias humanas se intenta orientar las decisiones hacia el bienestar y el respeto y realización de los derechos, cuyas experiencias son al menos ponderaciones, fraccionamientos y proporciones. La falta de entendimiento, de complejidad, de un sistema, condena a quienes intervienen en él a una mera consecuencia  (ya que toda causa es negada) del orden.

domingo, 1 de julio de 2012

Declaración del otro.

Soledades
Raúl Alberto Ceruti

Las soledades son siempre ajenas. Y siempre antiguas.

La soledad viene desde lejos. Es antes bien una distancia.
De tan lejos como desde el centro del yo.

De tan lejos como desde la primera afirmación sobre el Sí Mismo.
De tan lejos como desde el primer refugio de la vergüenza.
De tan lejos como desde la primera acusación.

Las soledades no vienen a tí ni están contigo.
Las soledades son alejamientos.

Surgen de los huecos vacíos y desiertos
Que rodean un núcleo imposible.
Por vastas y terribles depresiones
Que no alcanzan a mirarte.

Se abren camino en el silencio conque no hablas.
Son grietas en el recuerdo de tus nombres.


Antes de sabernos múltiples, desarmados, conmovidos,
derramados como otros en nosotros, sin un yo preciso ni ubicable,
existió la soledad.



Ahora sabemos que no hay lugar sino en cada mirada.
En donde recogemos nuestro continuo aparecer.

Ahora que sabemos que las consistencias
son sólo persistencias en el coincidir.

Ahora que sabemos que no hay
ni un Ser en Sí, ni Algo en Sí Mismo, ni Algún "Per Se"
                                                                               Hemos vuelto,

Volvemos a ser cuerpos como lugares de los encuentros

Cuerpos como encuentros.

Y entonces no hay distancias.
Que puedan arrancarnos 
                                    ninguna soledad.

lunes, 21 de mayo de 2012

Los motivos del empeño.

          Gonzalez Sulerdi siempre sacaba diez. Pero ello le demandaba un sacrificio enorme. A medida que su excelencia se hacía notar, casi nadie se daba por enterado de ello. Nadie le festejaba, encomiaba o sonreía siquiera ante la aparición de un nuevo examen perfecto. Había en el curso quienes le tenían envidia: Querían conquistar ese lugar de éxito académico, afirmando que ellos sí lo disfrutarían, que lo usarían para mejores fines. Otros, alegaban corruptelas o cualquier tipo de artimañas más o menos inverosímiles, que usaban para no sentirse humillados por él. En cambio, el Tuco Farizano y yo, le teníamos pena. Una mezcla de pena y ternura por esa repitencia de la nota superior. Así que ni bien faltó ese día que se anunciara la fecha del próximo examen, nos comprometimos a escondérsela, con la idea de que no pudiera prepararse suficientemente.
          Como era de esperar, Gonzalez Sulerdi sacó un 9,50. Sin haber estudiado. Pero era el tipo más feliz del grado cuando, luego de la lectura de las notas, pudo avenirse a tomar una coca con nosotros.

          Así, también ocurre con el poder. Hay quienes buscan derrocar al poderoso por envidia, para ocupar su lugar. Son los competidores. Hay quienes lo hacen por venganza o por justicia, para deshacer entuertos o evitar algunos otros. Son los opositores... Hay quienes lo hacen por pena, a fin de que no deba seguir sufriendo las suciedades de los sucesivos cónclaves, arúspices y parásitos; ni las vanidades de los primeros lugares en cada gradería, galería o púlpito; asimilando el caso al de nuestro compañero de merecida perfección. Son los amigos.
          
          En cambio de todos ellos, el Movimiento para la Preservación de la Anarquía en Rosagrís, cuyos miembros no se conocen entre sí, ni tienen reuniones periódicas, ni poseen un nombre en común, sólo ataca al poder por mero desprecio. En efecto, no hay mérito en el poder. Sólo mera repitencia, ya que es él quien imparte sus propias calificaciones. Siempre 10, para sostenerse. Siempre 10, para no ser menos. Siempre pavorosos 10, que no dejan lugar ni a la risa.

          

domingo, 8 de abril de 2012

Un reloj en la puerta

En Rosagris, las casas ponen sus relojes en la puerta. No en la pared, por lo general retirados a un fondo de consulta, sino en la puerta, para poder citarse a una hora determinada, no sólo a una dirección determinada.
Pero cada casa tiene su horario distintivo, de acuerdo a las costumbres de quienes la habitan, cuya hora "0:00" coincide con el momento en que se levantan de la cama. Así, encontrarse en un mismo lugar a una misma hora, puede darse en distintos momentos, dependiendo de a qué puerta vaya uno a poner de testigo de reunión.
No existe en Rosagris la sincronización de relojes, sino la de voluntades. 

lunes, 19 de marzo de 2012

Principios de magnetismo.

Supongamos que exista (sabemos que no puede haberlo, por suerte) una forma, un modo, un sistema o un específico gobierno que nos convenciera de su utilidad, legitimidad y acierto. Que fuera un sistema de tal índole esperado, querido o reclamado, que pareciera responder a cada una de nuestras expectativas. Un gobierno, sistema, Estado o institución así nos haría viejos.
Ya que juventud y oficialismo son contradictorios, así como se repelen rebeldía y adoración, revolución y acatamiento.
Si el mejor de los mundos posibles fuera ése en el que nos encontráramos, ¿qué lugar habría para nuestras Utopías?, ¿qué destino para nuestras esperanzas?, ¿qué voces para el deseo?.
Dejemos que nos acompañen, celebremos la compañía que nos acerque al horizonte. Pero la línea del horizonte hay que empujarla. A fuerza del dolor, que inexorablemente continúa; y a fuerza de la alegría, que porfiada y persistentemente avanza.

sábado, 10 de marzo de 2012

Juegos de Azar

...como por ejemplo aquella vez que se decidió la ejecución de un reo de acuerdo con el designio de una moneda. La misma que se decía había sido robada por él.
...o la vez que se eligió sucesor para el reino entre los trillizos candidatos al trono.
...o la vez que no se avanzó contra las tropas enemigas, a pesar de encontrarse en su momento de mayor debilidad, obedeciendo a un designio no favorable.
...o la vez que por una mera cuestión estadística por dos votos de diferencia subió al poder el próximo dictador.
Los juegos de azar son inocentes. Sus decisiones son imparciales e impersonales. Exactamente igual que la del juez.
Que lo decida un dado, un formulario, una norma, libera a los funcionarios de tener que tomar en serio decisiones.
Hasta que se caiga en la cuenta de que el verdadero azar es el de las necesidades.
Y que voluntad sólo hay en el capricho de encontrarnos.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Días propios y ajenos

El calendario obedece a motivos astronómicos, en los que imperan los ciclos solar y lunar.
Algún monarca en algún momento decidió constituirse como una divinidad solar o lunar, o aún osó colocarse encima de ambas divinidades, y convocó un Consejo de Notables para decidir una mejor forma de medir el tiempo. Un modo óptimo que pudiera conducir su reino al más alto grado de concentración de poder y riqueza.
Recomendaron la división del tiempo en un doble calendario: Un calendario deudor y un calendario acreedor.
El calendario acreedor necesariamente debía ser más lento que el deudor: Motivaban esta diferencia en orden a las siguientes observaciones:
1. Que habiendo menos acreedores que deudores, y siendo su tasa de reproducción / sustitución inferior, la velocidad de su marcha debía forzosamente ralentarse por razones meramente energéticas; y
2. Siendo más los deudores, y más alta su tasa de reproducción / sustitución naciendo y muriendo más deudores que acreedores, la velocidad de su marcha debía forzosamente acelerarse por razones meramente energéticas,
Había nacido el préstamo a interés.

Cuando el monarca se vio en la necesidad de contraer un préstamo para subvencionar los ucesivos caprichos de sus favoritas, el tiempo comenzó a correr muy rápidamente para él. Tan rápidamente, que sus favoritas le quedaron cada vez más jóvenes y distantes. Entonces decidió que era mejor para él que el tiempo no corriera.
Acababa de desprenderse el Reino del rey. Y comenzada la regencia de la ley en lugar de la del deseo.

El préstamo a interés y la regencia de la ley constituyeron el mercado.






domingo, 22 de enero de 2012

El idioma de gobierno

          Encontrándose abiertos multitud de conflictos bélicos en las ciudades Estado que pululaban en el Mare Tranquilitatis, y consecuentemente turbulenta la situación política en cada una de ellas, muchos soberanos fueron evacuados hacia una isla pequeña, no reivindicada formalmente por ninguno de ellos, y que se encontraba prácticamente deshabitada.
          Como los conflictos perduraban, y la situación de inestabilidad política empeoró en cada una de las ciudades Estado, con el consiguiente alejamiento de los miembros de gobierno que conocían el paradero de los antiguos regentes de cada una de ellas, cónsules, príncipes, emires y emperadores, y la pérdida de su referencia.
          Así, durante al menos treinta años, tuvieron que convivir obligadamente los diversos soberanos de las distintas ciudades. 
          ¿Qué idiomas y qué formas debían guardar entre sí?. Lógicamente, los propios de la diplomacia entre los distintos Estados, en el trato de soberano a soberano.
          En esta isla sólo habitada por reyes no había otro pronombre que el de "Vuestra Excelencia". Toda amenaza de homicidio lo era al mismo tiempo de magnicidio. Todo casamiento era un asunto político, del mismo modo que los nacimientos, y analógicamente, las separaciones. Cualquiera que acompañara a cualquiera era parte de su cortejo. No se decía "Escribir", sino "Dictar"; no se decía "Pedir" sino "Ordenar"; no se decía "Irse a dormir" sino "Retirarse a sus aposentos"; no se decía "Dolencia" sino "Indisposición"; no se decía "Caminar por la calle" sino "Salir en reconocimiento"; no se decía "Nadar" sino "Llevar a cabo maniobras navales"; no se decía "Sentarse" sino "Entronizarse"; no se decía "Caer" sino "Ser decapitado"... 
          De esa manera, se fue gestando un idioma, duro, imperativo e impersonal, que hoy es el que se usa en las ciencias del Marketing y del Management, ignorante de la diversidad, heterogeneidad y multiplicidad de oficios, aficiones, deseos e intereses de las personas. Idioma en el que no puede nadie hacerse entender a menos que quiera imponerse sobre el otro.
          Los objetores de Rosagrís, por eso, utilizamos el "tú" o el argentino "vos" para nuestras comunicaciones.

                                         Raúl Ceruti.
                                         Primer Objetor de Rosagrís.

domingo, 8 de enero de 2012

Secuestro

Ocurrió que unos sabandijas, provenientes de los vándalos del norte, perpetraron un golpe comando al Palacio Real de Gualdazur, secuestrando a la persona del rey y la llevaron a su aldea.
No tardaron en atribuirse el hecho, y solicitaron un rescate importante al Reino Galdazur, en el que incluso se solicitaba la cesión de alguna parte de su territorio, para dominio exclusivo de los vándalos.
El Consejo de Ministros se reunió inmediatamente a considerar la situación, decidiendo finalmente enviar una nota a los captores explicitándoles un detalle que posiblemente se les había escapado:
El rey de Gualdazur era eterno. No ya en sus atributos y sus dignidades, sino incluso y precisamente en su cuerpo físico. El rey de Gualdazur era eterno, y por más tiempo que lo tuvieran privado de su libertad, o incluso privado de alimento, todo ese tiempo no sería finalmente más que "un mal momento" en la vida de él, por lo que no podía resolverse sino el rechazo de acceder a cualquier rescate solicitado.
Fueron pasando los días, los años, las décadas... Y el rey secuestrado, demandante y eterno, encerrado en el fondo de la casa de uno de los captores, continuaba como el primer día.
Se fueron sucediendo las generaciones de los captores, cada una de las cuales, llegados sus hijos a una edad que les permitiera ser partícipes de aquella aventura, se les señalaba la existencia y se les delegaba la custodia de ese ejemplar único en su clase. "Este es el rey del que te habló el abuelo... El que secuestraron nuestros antepasados... Aquí lo resguardamos y protegemos como parte del legado familiar. Te lo mostramos para que tú, a tu vez, se lo puedas señalar a tus hijos. Apenas molesta. Necesita un poco de agua de vez en cuando y exigirle que se bañe al menos una vez por semana."
Llamaba tanto la atención de las jóvenes generaciones ese cuerpo permanentemente digno y austero, que finalmente, sin necesidad de liberarlo siquiera, todos se convirtieron en sus súbditos, vistiéndolo, regalándolo y regañándolo de vez en cuando, en tanto que el reino de Gualdazur terminó convirtiéndose a la larga en la actual Anarquía Constitutiva e Irrenunciable de Rosagrís.