Raúl Alberto Ceruti
A da vueltas alrededor de B. ¿Puede B al mismo tiempo dar vueltas alrededor de A?.
¿Cúanto movimiento sincrónico hará falta para que todo parezca inmóvil?.
No hay curvas sin atractores. Alguien que se acerca o alguien que se aleja de un lugar, de un punto, de una persona, no puede hacerlo en forma de curva si al mismo tiempo no tuviera una demora, un embeleso, una distracción.
Una curva y contracurva no te regresa al mismo lugar. Como la historia, que no se repite.
Alguien que se detiene un segundo en un camino recto, ya está generando una curva.
La narrativa es curvilínea. Recta es la imputación, la acusación o el resentimiento.
La caricia es curva. El golpe rectilíneo.
Entre una curva y otra hay infinito número de rectas.
Alguien dobla una palabra. Inventa la música.
Alguien dobla un gesto. Inventa la danza.
La lengua curva, las manos curvas, el pensamiento curvo, las voces curvas... Permiten la reflexión y la delicadeza. Permiten a la ilusión y al recuerdo.
El agua es curva. Sólo puede beberse o habitarse.
Si la flecha tiene un destino, ya ha dejado de ser libre.
En Rosagrís medimos las distancias con un metro arqueado.
Y cada rincón es testigo de un nudo.