Sátira e Ironía.
Raúl Alberto Ceruti
Existe
en el humor distancia o cercanía, recohazo o encuentro, comodidad o esfuerzo.
El
humor puede expulsar o
reunir, asentir o romper, conservar o sacudir.
El humor, como
todo gesto, se hace de uno a otro, de unos a otros, de un lugar a otro.
Y hay lugares de superioridad y lugares de
horizontalidad. Desde un nivel superior, autocomplaciente, puede despacharse la
ironía. Desde un nivel horizontal,
problemático, puede esgrimirse la sátira.
Si hay la risa burlona de la desgracia ajena, la ironía es la conciencia de la propia, consistente en la renuncia de autenticidad, de búsqueda, de encuentro, de compañía.
Si hay la risa de la alegría derramada, la sátira es la conciencia de la confianza colectiva, consistente en la afirmación de identidad, del ansia de cambio, de ser en los otros.
Cuando la risa
busca complicidad hacia arriba, en el manejo de códigos o liviandades o
posiciones de privilegio, la ironía se acomoda.
Cuando la risa
busca compañía hacia alrededor, en el manejo de reconocimientos o debilidades o
posiciones de solidaridad, la sátira se sobrepone.
La ironía,
administrada desde el poder, se arrastra allí donde la sátira se incorpora. Y
se esconde allí donde la sátira se enseñorea.
La sátira, derramada
desde el borde de las víctimas, se dispara victoriosa donde mugen las risillas.
Y se enciende desafiante donde los silencios aprisionan.
La ironía se dicta desde el desengaño. La sátira se lanza desde la reivindicación.
La ironía en el lugar de la resignación, desestima cualquier deseo. La sátira, en el centro de la voluntad, levanta los senderos de la esperanza.
Cuando ante la
vista de cualquier miseria alguien se ríe, el Comando del Humor se moviliza,
para dejarlo solo. A fin de que la risa se ahueque y caiga sobre sí. A fin de
que se doble y suplique por las migas de un gesto. Una risa que se alarme y
que sea casi un grito. Un grito que rebuzne y se transmute en sátira.
Cuando no hay exclusión ni elite ni grupo de poder, la ironía es sólo un eco en la montaña.
Cuando no hay exclusión ni elite ni grupo de poder, la sátira danza por los bosques.
No hay comentarios:
Publicar un comentario